Eduardo Buzzi y Proyecto Sur.
¿Por qué Fernando Ezequiel Pino Solanas Pacheco elige estar junto al capataz de la Federación Agraria?
Simple. Porque Eduardo Buzzi es un hombre que carece de liderazgo y personalidad propia.
Quedó demostrado que su formación moral se basó a través de un grito que no fue el de Alcorta, sino, en la de una voz impertinente de una SRA corrupta y golpista que deambula permanentemente en sus sueños.
No es ajeno a ningún pasado que interactué con sus necesidades monetarias ni políticas.
Buzzi es un nene mimado de los medios de comunicación que junto a otros pobres muchachos campestres sorprendieron a personas de los distintos paisajes de nuestra sociedad, esgrimiendo versiones multilaterales en temas o hechos sensibles para nuestro país, como son el campo, dios y la patria y presentados tendenciosa e inexactamente, convencieron a multitudes que hoy en su mayoría se quieren cortar alguna parte poco visible de sus cuerpos.
Sus mentiras y monstruosidades merecen calificativos verdaderamente duros, pero el sustento de los medios hacen parecerlo, aún, como un humano simpático y divertido envuelto en la serenidad del que cae bien simplemente por sus oraciones o frases de chico de barrio.
También por su blanca tez.
Irremediablemente pasará a la historia de los traidores a la patria...
y de la Federación Agraria, claro.
Las afirmaciones desorbitadas y perversas de Eduardo Buzzi aseguraron el asesinato de la 125 y con sus armoniosos cantos de sirenas, también, apuñaló a un pueblo afable, por la espalda.
Fue cómplice de los votos del 28 de Junio.
Es una mentira agraria que lesiona la moral de sus antecesores.
De la lectura de las investigaciones sobre su persona, su moral y sus dichos se desprenden lesiones hacia la verdad por su falta de honestidad y su poca hombría.
Eduardo Buzzi infringió al pueblo argentino perdidas de conciencias que hoy se castigan al solo ver sus fotos junto a la SRA.
Además perdidas de ingresos a un Estado que lucha por igualdades sociales pendientes.
Es para los pequeños productores lo que Cleto Cobos para la democracia y las instituciones.
Su familia no tiene la certeza de que se trate de un real Eduardo Buzzi, sino tan solo de uno de los tantos fantasmas que ve a diario el inefable de Nelson Castro.
Quedó demostrado que su formación moral se basó a través de un grito que no fue el de Alcorta, sino, en la de una voz impertinente de una SRA corrupta y golpista que deambula permanentemente en sus sueños.
No es ajeno a ningún pasado que interactué con sus necesidades monetarias ni políticas.
Buzzi es un nene mimado de los medios de comunicación que junto a otros pobres muchachos campestres sorprendieron a personas de los distintos paisajes de nuestra sociedad, esgrimiendo versiones multilaterales en temas o hechos sensibles para nuestro país, como son el campo, dios y la patria y presentados tendenciosa e inexactamente, convencieron a multitudes que hoy en su mayoría se quieren cortar alguna parte poco visible de sus cuerpos.
Sus mentiras y monstruosidades merecen calificativos verdaderamente duros, pero el sustento de los medios hacen parecerlo, aún, como un humano simpático y divertido envuelto en la serenidad del que cae bien simplemente por sus oraciones o frases de chico de barrio.
También por su blanca tez.
Irremediablemente pasará a la historia de los traidores a la patria...
y de la Federación Agraria, claro.
Las afirmaciones desorbitadas y perversas de Eduardo Buzzi aseguraron el asesinato de la 125 y con sus armoniosos cantos de sirenas, también, apuñaló a un pueblo afable, por la espalda.
Fue cómplice de los votos del 28 de Junio.
Es una mentira agraria que lesiona la moral de sus antecesores.
De la lectura de las investigaciones sobre su persona, su moral y sus dichos se desprenden lesiones hacia la verdad por su falta de honestidad y su poca hombría.
Eduardo Buzzi infringió al pueblo argentino perdidas de conciencias que hoy se castigan al solo ver sus fotos junto a la SRA.
Además perdidas de ingresos a un Estado que lucha por igualdades sociales pendientes.
Es para los pequeños productores lo que Cleto Cobos para la democracia y las instituciones.
Su familia no tiene la certeza de que se trate de un real Eduardo Buzzi, sino tan solo de uno de los tantos fantasmas que ve a diario el inefable de Nelson Castro.
Buzzi y Solanas son lo mismo.