Luis Majul y un presunto "Kirchner Show"
Habituado a ver conspiraciones hasta donde no las hay, Luis Majul ha tocado el límite del paroxismo. Ahora cree que el sepelio de Néstor Kirchner y la movilización popular que lo acompañó fueron nada más que un montaje televisivo con el único fin de “beneficiar a la Presidenta”.
En su nota en El Cronista de hoy, afirma que “la manera cinematográfica en que fueron presentados los funerales y el último adiós contribuyeron a generar la equívoca impresión de que Kirchner podía tener el mismo peso en la historia que Eva Duarte, Juan Domingo Perón y Raúl Alfonsín”.
Para el intrépido columnista, “la importante movilización juvenil” fue un hecho “amplificado por el inteligente uso de los medios audiovisuales que permitió a funcionarios como Gabriel Mariotto comparar las exequias de Kirchner con el emblemático 17 de octubre de 1945”.
Según Majul, fue Mauricio Macri quien dio en el clavo: “en privado, el jefe de Gobierno de la Ciudad consideró a la puesta en escena ‘una vergüenza’. Además, criticó a dirigentes como Felipe Solá y a ciertos periodistas no oficialistas por haber ‘caído en la trampa’ de la ‘enorme manipulación que se está haciendo de la muerte de un hombre que le hizo mucho daño al país’. ‘No fue tan impresionante la despedida. Se montó un Truman Show y se aprovechó el duelo para conseguir más votos’, se enojó ante sus partidarios”.
“Para el Gobierno –sostiene el conductor de La Cornisa-, generar la sensación de que se dio vuelta el país es clave para prolongar el estado de cosas, igual que lo fue estirar el efecto bicentenario y difundir encuestas truchas que por entonces lo hacían ganar a Kirchner en primera vuelta. En este nuevo contexto, las apariciones públicas de CFK invocando la memoria de su esposo son, como diría la militancia K, funcionales al proyecto de reelección.”
Y no conforme, va por más. Piensa -y escribe, lo que lo hace grave, porque cada uno es dueño de pensar lo que quiera- que hasta las apariciones públicas de Cristina y su dolor son nada más que una teatralización con mezquinos fines electorales. “Para ilustrar lo efectivas que están resultando las apariciones de la Presidenta desde que enviudó –nos desasna Majul-, se deben destacar los primeros cinco minutos por cadena nacional y sus declaraciones en los actos públicos de la semana pasada. Deberían ser analizados por los expertos en comunicación como piezas únicas en materia de mensajes políticos realizados en situaciones extraordinarias. Las palabras entrecortadas por el principio de llanto, la confusión entre equipos de fútbol y partidos, el final abrupto y el hecho de que no lo haya repetido dieron al discurso en cadena de Cristina Fernández una ‘humanidad’ que antes no había mostrado.”
“Sus repetidas referencias a ‘Él’, en alusión a su esposo, las apelaciones a su ‘presencia’ caminando ‘entre la gente’, mezclado entre la militancia y la idea de que a partir de ahora todo lo hará en honor a ese hombre ‘que se inmoló y dio la vida por la Argentina’ parecen darle a sus acciones un contenido y un sentido que nunca antes habían aparecido”, afirma Majul sin ruborizarse.
Encerrado en estudios de televisión y de radio como en un hermético tupperware, con extenuantes jornadas laborales en vivo, debería ser Luis Majul quien salga a la calle y escuche la voz de quienes no se ven cotidianamente en pantalla chica.
Gracias A Todos Los Que Me Bancan